La subjetividad heroica es un término acuñado por Elena de la Aldea, una reconocida psicóloga argentina.
Este concepto hace referencia a las prácticas que día a día realizan diversos profesionales en el ámbito de los servicios de salud pública que homogenizan, sofocan y difuminan tanto a comunidades como a personas de manera individual, generando una dinámica héroe salva a víctima, en la cual es el profesional el único capaz de estabilizar la situación del "paciente", claro, bajo la mirada de valores exacerbados en donde dicho profesional hace todo lo posible para atender a esta victima, no trabaja para si mismo si no para ellos y lo más importante, todo desde el acto de la "buena voluntad", transformando su rol y acciones en una especie de favor más que en una labor seria, siendo incapaz de comprender que existen situaciones que están fuera de su control, siendo incapaz de asumir que no todos los problemas deben ser eliminados y lo más terrible de esta situación, siendo incapaz de aceptar que existen diferencias individuales y que estas deben ser respetadas y aceptadas, no corregidas y eliminadas.
Claro, ¿Qué es un héroe sin su superpoder? Los profesionales que sucumben ante la tentación de la subjetividad heroica deben ejercer este rol en un contexto que los respalde, ellos ya no son seres terrestres como usted o como yo estimado/a, ellos son seres superiores, dado a que poseen el poder más asombroso del mundo contemporáneo, el poder absoluto, el poder divino, el superpoder de la tecnocracia, originalmente este término está relacionado en cómo los gobiernos eligen selectivamente a ciertos profesionales para asumir cargos dado a que ellos poseen el conocimiento técnico necesario para hacerlos aptos en sus labores (difícil de creer en un país donde un empresario puede volverse ministro de educación o un ministro de agricultura en un gobierno puede transformarse a ministro de justicia en el otro), este fenómeno sin embargo no es exclusivo del mundo político, está inmerso en los diversos campos de las ciencias y ciencias sociales en donde el "experto" tiene poder y control absoluto sobre el conocimiento, todo debe ser explicado, expuesto y comprendido desde su mirada al ser mucho más "competente" que el común de los mortales, de esta manera, todas las opiniones que no correspondan a su profunda mirada técnica y científica no son válidos, útiles o relevantes, en resumen, si pudiera describir en que consiste este super poder, es el poder de anular al otro y engrandecerte a ti mismo.
Quisiera creer que hasta allí quedan los poderes de la subjetividad heroica, pero lamentablemente van más allá, y quizá este sea el elemento más complejo de analizar a nivel ético, ya que pone en tela de juicio nuestras practicas como psicologos, ¿Hasta qué punto nuestras competencias, habilidades o técnicas son capaces de responder a las necesidades de nuestros pacientes/clientes/participantes?
Es en este punto donde emerge el elemento de la Iatrogénesis, el poder más destructivo del héroe subjetivo, ya que este no solo reduce a quien acude a él para recibir los servicios que requiere, sea para su salud mental, temas ambulatorios o meras consultas, si no que, agrava y prolonga la situación por la cual esta persona en un principio acude al profesional, Pero qué es la Iatrogénesis primeramente?
La Iatrogénesis corresponde al malestar generado por el "profesional" que si bien buscaba mejorar el estado del sujeto intervenido, termina provocando un malestar o agravando una patología, por ejemplo, en el ámbito clínico una psicoterapia de un corte netamente humanista hacia una persona con depresión en donde el terapeuta termina culpabilizando al sujeto por su situación lo que ocasiona remarcados sentimientos de culpabilidad intensificando negativamente la situación.
Ante lo expuesto, no podemos negar que estas situaciones afectan negativamente a quienes deben enfrentarse al mundo profesional y principalmente a quienes deben hacer uso de los servicios entregados por los profesionales del mundo de las ciencias sociales, es necesario hacer entonces un análisis crítico de situaciones que podrían repercutir en nuestro actuar como profesionales y lo más importante, dañar a quienes en un principio esperaban de nosotros bienestar.
Referencias:
José, M Medicalización, Iatrogenia y Ética de las relaciones con la industria farmacéutica, 2009. Recuperado de: http://www.seapaonline.org/uploads/revista/pdf/24/Medicalizaci_nIatrogeniaRelacionesIF-3.pdf
Aldea, E. La subjetividad heroica, 1999. Recuperado de: https://lacasona.org.ar/media/uploads/la_subjetividad_heroica_escrito_por_elena_de_la_aldea.pdf
Gregoire. R Los problemas de la tecnocracia y el papel de los expertos, 2001. Recuperado de: Dialnet-LosProblemasDeLaTecnocraciaYElPapelDeLosExpertos-2048238.pdf