jueves, 7 de junio de 2018

Psicopolítica ensayo fotográfico.

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Los sucesos de la vida no tienen ni comienzo ni fin.
Las experiencias, momentos, materia que componen nuestro mundo no son más que un flujo de eventos de causa y efecto donde los procesos no poseen un origen ni un final, si no un complejo desarrollo que modifica constantemente la estructura de nuestra percepción, todo lo que existe permanece, pero sigue cambiando.



A pesar del gran desarrollo de las fuerzas productivas no nace un «reino de la libertad» «allí donde termina el trabajo impuesto por la necesidad y por la coacción de los fines externos». Marx se aferra en última instancia al primado del trabajo. Así, «el aumento de tiempo libre», «como máxima fuerza productiva», tiene que re actuar sobre la fuerza productiva del trabajo.

La libertad momentánea que posee la fuerza productiva no es libertad en si misma si es empleada nuevamente para la productividad, los espacios de libertad productivos son meras ataduras hacia nuestro flujo de trabajo formal.

Qué liberación es por una vez no tener que decir nada y poder callar, pues solo entonces tenemos la posibilidad de crear algo singular: algo que realmente vale la pena ser dicho.

Los espacios de silencios son la oportunidad perfecta para la liberación del yugo de la presión social, las normas, la ética, nuestro deber, esta oportunidad nos da la oportunidad de hacer algo único de nuestra especie, la capacidad de crear.



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