jueves, 7 de junio de 2018

Dilema Ético.


Dilema ético:

Una mujer perteneciente a la etnia mapuche asiste al servicio de asistencia primaria consultando a su médico de cabecera por asistencia psicológica, una vez asistida por el psicólogo comenta que requiere asistencia ya que "sus ancestros la llaman a cumplir su deber como machi", dice que escucha sus voces que le dan órdenes, tiene sueños y visiones cuando está despierta, esto le produce un gran orgullo pero también ansiedad ya que si bien desea iniciarse como una Machi, debe dejar su vida profesional atrás y esta decisión le produce malestar, el psicólogo sabe que cumple las condiciones de un tipo de trastorno psicótico pero debe lidiar entre el motivo de consulta y las características culturales de su paciente.

Análisis:

Si bien el psicólogo posee el deber profesional de responder a las vías institucionales con una hipótesis diagnóstica acorde a las regulaciones del ministerio de salud, también tiene el deber ético de asegurar el bienestar de su paciente considerando el motivo de consulta y requerimientos de este, si el psicólogo genera una lógica Iatrogénica de tratamiento con el paciente entonces el acto o la ejecución de su profesión no tendría sentido ya que produciría a aún más malestar del que estaba en un principio orientado a disminuir.

Resolución: 

Una de las resoluciones más viables en este caso sería orientar las sesiones con la paciente de manera responsable en dónde se considere como foco principal su motivo de consulta, respetando, reconociendo e integrando los aspectos culturales de su condición psicológica.






Código Deontológico.



1.- Respeto por la dignidad humana del consultante 

El psicólogo/a se compromete a respetar y adherir a los principios establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En particular, respetar la dignidad y el valor de todas las personas y el derecho a la privacidad, confidencialidad, autodeterminación, diversidad y autonomía. Así mismo, respetar las diferencias individuales, culturales, de género, etnia, religión, ideología, orientación sexual, condición socioeconómica, u otras.

2.- Humanismo

Es responsabilidad del psicólogo/a tener un nivel de competencia idóneo, proveyendo sólo aquellos servicios y técnicas para las que está capacitado por su formación profesional, al igual que reconocer las fronteras de su disciplina. Es también su responsabilidad la actualización permanente de sus conocimientos e información científica y profesional relevante a los servicios que brinda. Asimismo, tener presente que las competencias que se requieren en la asistencia, enseñanza y/o estudio de personas o grupos humanos, varían según las características diversas de éstos.

3.-Respeto por la autonomía del consultante

El psicólogo/a adherirá a los principios y normas de conducta contenidos en este Código, asumiendo la responsabilidad por su cumplimiento. Así como también el compromiso de promover la psicología en cuanto saber científico. En aquellas situaciones para las cuales aún no existen normas y/o criterios profesionales reconocidos, corresponderá al psicólogo/a ejercer un juicio cuidadoso, establecer redes de interconsulta, si es necesario interdisciplinarias, e informar y prevenir a las personas con quienes trabaja del carácter experimental de los instrumentos o intervenciones.

4.- Consentimiento informado

El psicólogo/a se guiará por principios de probidad, honestidad, justicia y respeto por los otros en su ejercicio profesional. En este contexto, el psicólogo/a tendrá en cuenta sus propios sistemas de creencias, valores, necesidades y límites, ademas del efecto que éstos tienen en su trabajo. Del mismo modo, el psicólogo/a evitará comportamientos en su vida privada que puedan generar dudas públicas sobre su honestidad o conformación ética que afecten la imagen de la profesión.


5.- Confidencialidad y secreto profesional

El psicólogo/a, en el ejercicio de su profesión, evitará influencias o presiones personales y/o institucionales que atenten contra su conformación ética, el respeto por las personas objeto de su ejercicio profesional y el cumplimiento del código ético de la profesión. Este principio obliga a explicitar, a quien corresponda, las situaciones en que exigencias externas entren en conflicto con este Código de Ética.

6.- Principio de beneficencia

El psicólogo/a tendrá presente su responsabilidad profesional y científica hacia la comunidad y la sociedad en que trabaja y vive. Asimismo su compromiso social implicará aportar al conocimiento, estudio y transformación de su sociedad, y la promoción y desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten, desde su especificidad profesional, a crear condiciones que contribuyan al bienestar y desarrollo de la comunidad.

7.- No maleficencia

Las Normas del Código de Ética son aplicables a los psicólogos/as colegiados y a los colegas que acepten la jurisdicción del Colegio de la Orden.

8.- Justicia distributiva y equidad

Las actividades personales o conductas privadas del psicólogo/a quedan dentro de la jurisdicción del Código de Ética, sólo cuando trascienden al ámbito público y ponen en riesgo el prestigio de la profesión.

Cuando las responsabilidades profesionales del psicólogo/a impliquen un conflicto con el sistema institucional y/o legal vigente, éste debe hacer saber su compromiso con el Código de Ética Profesional, y dar los pasos necesarios para resolver responsablemente el conflicto.

9.- Personalista

El/la psicólogo/a respetará los criterios morales y religiosos de sus clientes, sin que ello impida su cuestionamiento cuando sea necesario en el curso de la intervención.












Psicopolítica ensayo fotográfico.

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Los sucesos de la vida no tienen ni comienzo ni fin.
Las experiencias, momentos, materia que componen nuestro mundo no son más que un flujo de eventos de causa y efecto donde los procesos no poseen un origen ni un final, si no un complejo desarrollo que modifica constantemente la estructura de nuestra percepción, todo lo que existe permanece, pero sigue cambiando.



A pesar del gran desarrollo de las fuerzas productivas no nace un «reino de la libertad» «allí donde termina el trabajo impuesto por la necesidad y por la coacción de los fines externos». Marx se aferra en última instancia al primado del trabajo. Así, «el aumento de tiempo libre», «como máxima fuerza productiva», tiene que re actuar sobre la fuerza productiva del trabajo.

La libertad momentánea que posee la fuerza productiva no es libertad en si misma si es empleada nuevamente para la productividad, los espacios de libertad productivos son meras ataduras hacia nuestro flujo de trabajo formal.

Qué liberación es por una vez no tener que decir nada y poder callar, pues solo entonces tenemos la posibilidad de crear algo singular: algo que realmente vale la pena ser dicho.

Los espacios de silencios son la oportunidad perfecta para la liberación del yugo de la presión social, las normas, la ética, nuestro deber, esta oportunidad nos da la oportunidad de hacer algo único de nuestra especie, la capacidad de crear.