jueves, 26 de abril de 2018

Explicado a Varela, la habilidad ética.

   
Para comprender a Varela, primero debemos comprender cómo visualiza el mundo, para él, la realidad está compuesta de múltiples factores, desde los sistemas, micro y macro sistemas sociales, nuestros sentidos o interpretaciones personales, es decir, que la realidad es un fenómeno polisémico y multidimensional, o en su defecto, algo muy complejo de definir con una simple definición.

Esta situación para Varela constituye una problemática ética, ¿Cómo puede construirse la ética si los análisis generados por las personas/estudiosos estarán profundamente influenciados por sus concepciones personales, interpretaciones sensoriales, sociedades y otros? 

Para él, la habilidad ética, como cualquier otra habilidad o comportamiento humano, puede ser desarrollada, si bien no desde las normas o conocimientos transmitidos por una sociedad, si puede ser desarrollada mediante el enfrentamiento de situaciones que lo lleven a reflexionar, movilizarse y pensar, ¿Será esto lo correcto?, ¿Esto es lo más adecuado?, ¿Qué consecuencias tendrá lo que voy a hacer?, es el mundo exterior, junto con sus normas, problemáticas y eventos quien nos otorga la oportunidad de desarrollarnos, dicha oportunidad para Varela, es la oportunidad de desarrollar la habilidad ética.


Referencia:

Varela Francisco. Reseña de la "habilidad ética" (2006), Recuperado de:
http://www.redalyc.org/pdf/1892/189217259008.pdf






miércoles, 25 de abril de 2018

Ética aristotélica, el todo o nada por la felicidad.



No se confunda, esta no es una entrada motivacional que busca "venderle la pomada" dándole pautas sin fundamentos o juicios de valor desde el ego personal aludiendo que deseo su bienestar, libros de autoayuda miles, lo que si le quiero vender, ¡No!, le vengo a ¡REGALAR!, es este breve análisis de la ética aristotélica, exacto, aristóteles sigue vivo, bueno, por lo menos en nuestra memoria.

Pues como podrán intuir la ética es una cosa antiquísima, tanto a si que ya los filósofos griegos como Aristóteles estudiaban en su momento las pautas de la conducta humana, pero, ¿Por qué este señor debería parecernos importante?, pues, básicamente es uno de los padres de esta disciplina, según este fundador, el ser humano, como fin último, busca la felicidad, es virtuoso por naturaleza y busca siempre el equilibrio y la sabiduría.


Pues bien, no más explicaciones, partió a ser feliz para ser ético, correcto, virtuoso y bacán.

Ojalá fuera así de fácil la cosa, pero, va a ser que no, verá estimado o estimada o en su defecto estimade, si bien la ética aristotélica postula que el fin último del ser humano es la felicidad, este fin último requiere de muchos elementos para llevarse acabo, desde la revisión personal en donde se debe analizar si las acciones que uno comete son virtuosas o no, desde la rigurosa formación educacional en donde el conocimiento debe estar orientado al bienestar individual y luego al político (social), la ética aristotélica no solo se basa en la satisfacción de necesidades, si no que también a la generación de hábitos positivos a través de los cuales la virtud no representa un exceso, si no que representa s justo medio.

¿Esto no nos recuerda a cierta profesión?, pues... según la ética aristotélica, éticamente es necesario que todos aquellos que cumplan su función como psicólogos, orienten sus acciones hacia la felicidad, bienestar y progreso de quienes se vinculan con este, finalmente y a pesar de la enorme cantidad de años que nos separan, los pensamientos de aristóteles y su visión de la ética, nos acompañan hasta el día de hoy.


Referencias:

Araos. J. La ética de Aristóteles y su relación con la ciencia y la técnica, (2003), Recuperado de:  www.dialnet-LaEticaDeAristotelesYSuRelacionConLaCienciaYLaTecn-2095558.pdf

Gómez. A. Exposición breve de la ética aristotélica, (1998). Recuperado de: https://www.cepchile.cl/cep/site/artic/20160303/asocfile/20160303184754/rev71_gomezlobo.pdf

Simón, P. La ética de aristóteles, (2001). Recuperado de: https://www.dipualba.es/publicaciones/LibrosPapel/LibrosRed/Clasicos/Libros/EticaAris.pdf

















miércoles, 4 de abril de 2018

Tecnocracia y Iatrogénesis, los superpoderes de la subjetividad heroica.



La subjetividad heroica es un término acuñado por Elena de la Aldea, una reconocida psicóloga argentina. 

Este concepto hace referencia a las prácticas que día a día realizan diversos profesionales en el ámbito de los servicios de salud pública que homogenizan, sofocan y difuminan tanto a comunidades como a personas de manera individual, generando una dinámica héroe salva a víctima, en la cual es el profesional el único capaz de estabilizar la situación del "paciente", claro, bajo la mirada de valores exacerbados en donde dicho profesional hace todo lo posible para atender a esta victima, no trabaja para si mismo si no para ellos y lo más importante, todo desde el acto de la "buena voluntad", transformando su rol y acciones en una especie de favor más que en una labor seria, siendo incapaz de comprender que existen situaciones que están fuera de su control, siendo incapaz de asumir que no todos los problemas deben ser eliminados y lo más terrible de esta situación, siendo incapaz de aceptar que existen diferencias individuales y que estas deben ser respetadas y aceptadas, no corregidas y eliminadas.


Claro, ¿Qué es un héroe sin su superpoder? Los profesionales que sucumben ante la tentación de la subjetividad heroica deben ejercer este rol en un contexto que los respalde, ellos ya no son seres terrestres como usted o como yo estimado/a, ellos son seres superiores, dado a que poseen el poder más asombroso del mundo contemporáneo, el poder absoluto, el poder divino, el superpoder de la  tecnocracia, originalmente este término está relacionado en cómo los gobiernos eligen selectivamente a ciertos profesionales para asumir cargos dado a que ellos poseen el conocimiento técnico necesario para hacerlos aptos en sus labores (difícil de creer en un país donde un empresario puede volverse ministro de educación o un ministro de agricultura en un gobierno puede transformarse a ministro de justicia en el otro), este fenómeno sin embargo no es exclusivo del mundo político, está inmerso en los diversos campos de las ciencias y ciencias sociales en donde el "experto" tiene poder y control absoluto sobre el conocimiento, todo debe ser explicado, expuesto y comprendido desde su mirada al ser mucho más "competente" que el común de los mortales, de esta manera, todas las opiniones que no correspondan a su profunda mirada técnica y científica no son válidos, útiles o relevantes, en resumen, si pudiera describir en que consiste este super poder, es el poder de anular al otro y engrandecerte a ti mismo. 

Quisiera creer que hasta allí quedan los poderes de la subjetividad heroica, pero lamentablemente van más allá, y quizá este sea el elemento más complejo de analizar a nivel ético, ya que pone en tela de juicio nuestras practicas como psicologos, ¿Hasta qué punto nuestras competencias, habilidades o técnicas son capaces de responder a las necesidades de nuestros pacientes/clientes/participantes? 

Es en este punto donde emerge el elemento de la Iatrogénesis, el poder más destructivo del héroe subjetivo,  ya que este no solo reduce a quien acude a él para recibir los servicios que requiere, sea para su salud mental, temas ambulatorios o meras consultas, si no que, agrava y prolonga la situación por la cual esta persona en un principio acude al profesional, Pero qué es la Iatrogénesis primeramente?

La Iatrogénesis corresponde al malestar generado por el "profesional" que si bien buscaba mejorar el estado del sujeto intervenido, termina provocando un malestar o agravando una patología, por ejemplo, en el ámbito clínico una psicoterapia de un corte netamente humanista hacia una persona con depresión en donde el terapeuta termina culpabilizando al sujeto por su situación lo que ocasiona remarcados sentimientos de culpabilidad intensificando negativamente la situación.

Ante lo expuesto, no podemos negar que estas situaciones afectan negativamente a quienes deben enfrentarse al mundo profesional y principalmente a quienes deben hacer uso de los servicios entregados por los profesionales del mundo de las ciencias sociales, es necesario hacer entonces un análisis crítico de situaciones que podrían repercutir en nuestro actuar como profesionales y lo más importante, dañar a quienes en un principio esperaban de nosotros bienestar.

Referencias:

José, M Medicalización, Iatrogenia y Ética de las relaciones con la industria farmacéutica, 2009. Recuperado de: http://www.seapaonline.org/uploads/revista/pdf/24/Medicalizaci_nIatrogeniaRelacionesIF-3.pdf

Aldea, E. La subjetividad heroica, 1999. Recuperado de:  https://lacasona.org.ar/media/uploads/la_subjetividad_heroica_escrito_por_elena_de_la_aldea.pdf

Gregoire. R  Los problemas de la tecnocracia y el papel de los expertos, 2001. Recuperado de: Dialnet-LosProblemasDeLaTecnocraciaYElPapelDeLosExpertos-2048238.pdf













Conócete a ti mismo, ética y moral.

Sócrates declaraba que cuando los hombres se encontraban en el mundo, comenzaban a reflexionar sobre sus acciones y pensamientos, es decir, desde mucho antes de la manifestación de una disciplina, el hombre ya se cuestiona si lo que está haciendo es correcto o no.


¿Será que castigué a mi hijo de forma adecuada?, ¿Debí darle me enoja a esa publicación de Facebook?, ¿Esta bien que deje de donar al Hogar de Cristo?, ¿Qué clase de ser humano le hecha pasas a la empanada?, básicamente según Sócrates, el ser humano desde siempre reflexiona sobre su actuar, ahora, ¿Qué tiene que ver eso con la ética y la moral?, pues al cuestionarnos que son estos conceptos, aquellos que antes no se habían planteado la pregunta tienen o a igualarlas o por lo menos considerar que son increíblemente similares, sin embargo y ante las reflexiones anteriores, debemos recordar que el ser humano como animal social, se manifiesta a si mismo como un individuo y a su vez como un elemento colectivo.

Recordando nuevamente a Sócrates, es necesario conocer para actuar bien, es en este factor donde surge la Moral, el ser humano como un ser social, convive con muchos de sus pares y es justamente la Moral la manifestación de estos saberes que guían la conducta de la persona en una sociedad, cabe mencionar que la moral variará entre sociedad y sociedad, dado a que no todas las reglas son igual de beneficiosas en todos los contextos, por ejemplo, es inmoral para nuestra sociedad occidental que menores de edad se casen con adultos, sin embargo para sociedades orientales, esto asegura el futuro de dichos menores de edad, otorgándoles una situación económica estable, protección, alimento, salud entre otros, finalmente la moral dependerá de los factores y saberes que conformen una sociedad.



La Ética a diferencia de la Moral, es una disciplina científica que estudia los efectos de las acciones humanas, esta disciplina científica se divide en 3 ramas, que son la Metaética, es decir la ética cuyo interés es el lenguaje, a Ética normativa, que se centra en el estudio de lo correcto e incorrecto desde aspectos más descriptivos y la Ética aplicada, que es la rama de la ética que estudia solo elementos concretos pero controversiales.


La disciplina de la ética es tan extensa que ni en un resumen de dos lineas por cada sub rama proveniente de las ramas principales podría abordarlas todas, pero espero estimado/a lector/ora que en esta breve explicación, se pudieran desentrañar un poquito, estos conceptos tan... Inamibles.

Referencias:

Escribar, A. La ética aplicada, sus condiciones de posibilidad y exigencias a las que responde. Recuperado de: http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/131966/La-etica-aplicada-sus-condiciones-de-posibilidad-y-exigencias-a-las-que-responde.pdf?sequence=1

Chiesa, M. Sobre la Meta-ética, la Ética normativa y el Conductismo, 2003. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/805/80535305.pdf

Heinrich, B. ¿Ética normativa o ética de situación? Invenio, vol. 7, núm. 12, junio, 2004, pp. 39-44. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/877/87701204.pdf

Conceptos de Ética y Moral. Recuperado de: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/5/2228/4.pdf